La iglesia de Cativo se esta preparando para hacer una quemadura de altar. Es decir, siendo una comunidad que originalmente adoraba ídolos y muchos estaban sumergidos en la brujería. Llega el tiempo en que los Creyentes firmes y aquellos que recién se integran a la iglesia, se van a reunir en un determinado lugar para quemar todo aquello que pertenezca a sus vidas pasadas. Eso me recordó la quemadura de los libros de hechicería de Simón en el libro de Hechos
Nuestro equipo de Amanece estará intercediendo por la vida de las personas mientras estas renuncian a su pasado. Cuando escuche esto, pensé "como intercederán si entre ellos mismos esto no se ha hecho esta renuncia?" Laritza Dijo "siento del Señor que debemos hacerlo nosotros primero, hay cosas a las que nosotros mismos tenemos que renunciar". Todos de acuerdo, fijamos un día.
La noche anterior a ese día no pude conectar lo que estábamos a punto de hacer con lo que ya tengo en la cabeza teológicamente hablando. Así que oré a Dios y le pedí que me explicara como es esto, porque para mi las ataduras no existen.
Y quiero hacer una pausa para explicarme. No veo como una persona que ama a Dios, que le ha entregado su corazón a El, estará sumergido en idolatría, o tendrá en su casa amuletos que invocan la presencia de ídolos. Como es que hay cristianos con ataduras cuando la palabra dice "y conoceréis la verdad y la verdad los hara LIBRES" Dime que el Cristiano nominal si, pero un cristiano fiel y verdadero....con ataduras....no eso no existe. Lo real, estaba en contradicción con mi doctrina bíblica.
La misma mañana ore a Dios que si había algo en mi casa que no le pertenecía a EL que me mostrara así me desharía de eso. A pesar de mi disyuntiva doctrinal, me sometí, ore, y para mi sorpresa después de orar me dirigí a mi librero donde encontré un libro que verdaderamente no le pertenecía a Dios. Era uno de esos libros que no sabes ni como llegaron a tus manos. De inmediato comencé a entender a que nos referimos. Aun así ese libro nunca lo considere como una atadura. En fin, salgo para el lugar en donde nos vamos a reunir y en el camino pasamos por una casa la cual pintaban.
El olor a pintura de aceite trajo a mi mente dos cosas: Navidad y reguero. Y es que al oler la pintura recordé todas las veces que se pinto en mi casa, siempre fue en navidad y siempre se hacia un tremendo reguero. Al oler la pintura, la imagen fue tan real en mi mente, que hasta me dio esa melancolía navideña.
Ahí entendí este asunto. Muchas veces servimos a Dios de todo corazón. Pero enfrentemoslo, todos tenemos un pasado, quizás un presente lleno de dolor y de amargura. Muchos tenemos un pasado de rebeldía ante Dios y muchas veces esos eventos del pasado dejan rastros, físicos o emocionales. (p ej. Un mal noviazgo que preferirías olvidar pero guardas la carta de ese ex novio). Recuerdo que hasta poco antes de casarme, tenia guardada prendas y brazaletes de ex novias. No quería, ni tenia nada con ellas, es solo que no quería deshacerme de aquello que me recordaba esos momentos.
Para mi sorpresa yo no era el único. Los demás también habían encontrado, bajo la dirección de Dios, esas cositas escondidas en sus casas que pertenecían a un pasado sin Cristo. Prendas de vestir, peluches, libros, diarios, flores secas, collares que ignorábamos su procedencia pero que aun así era "cool" ponérselos, estos y muchos mas hicieron una buena fogata.
Oramos, y renunciamos no solo a lo material, sino también a cualquier experiencia del pasado que pudiera estar pasmando el potencial que tenemos en Cristo. Dios nos dio libertad en Cristo, y en esta libertad debemos vivir.
Amen
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