martes, 26 de agosto de 2014

Un chin mas, un chin menos

La comida estaba servida, Yahuarcani me preguntó que si quería…

-          “dame un chin” – le dije
-          “¿un chin?, ¿Qué es un chin? – me preguntó
-          “en Dominicana un chin quiere decir un poco”
-          “ahhhh” entiendo
Un rato después volvió a ofrecerme del caldo de pescado, el cual estaba muy bueno, pero en realidad yo ya estaba lleno. Sin deseo de “hacerle el desaire” le pedí…
-          “échame un chin chin más”
-          Su rostro ahora más confundido que antes apenas pudo preguntar “¿y un chin chin que se supone que sea?
-          “un chin chin” – respondí- “es un poco menos que cuando se dice un solo chin”
-          …pensó por largo rato y volvió a preguntar… “¿y entonces cuántos chin hay que decir para que ya sea nada?”


Esta historia vino a mi mente después de haber conversado con mi esposa hace unos días. Mientras orábamos juntos, sentí que Dios demandaba “un chin más”. A medida que pasan los años, me he ido acostumbrando a mi manera de vivir, y se me hace difícil ejecutar cambios. Dios lo sabe y no le gusta.


“Yo soy así y asá” se ha vuelto parte de mi vocabulario, y he comenzado a adaptar a Cristo a mi  vida y no a ajustar mi vida a EL. Eso me ha sucedido, y me viene sucediendo hace unos años y no me había dado cuenta.  El crecimiento espiritual ha cesado, y lo que hay ahora es una firmeza en las convicciones y práctica de las disciplinas espirituales. Ninguna de ambas es mala, pero no son lo único. Hay que seguir creciendo.
Ahora tengo que sacar la biblia, dos o tres de esos libritos que explican la biblia, reacomodar mi horario, y mover piezas de manera que pueda dedicarle “un chin mas” a Cristo y a la forma a la cual EL quiere moldearme. También dedicarle “un chin menos” de tiempo a las cosas – que no son malas- pero que no están aportando al crecimiento.
“Un chin más, un chin menos” Yo estoy seguro de que Dios no es ajeno a nuestras circunstancias. Dios nos conoce y en lo más profundo. EL sabe hasta dónde podemos llegar y hasta donde podemos dar. No nos pide cambiar drásticamente de la noche a la mañana. Pero es fiel,  justo y cada día, conforme a su bondad y misericordia, nos pide “un chin más”. Dios les cuide.



1 comentario:

  1. Buen recuerdo. La gran aventura de la vida, existe adentro, y no afuera. Gracias copai.

    ResponderEliminar