miércoles, 30 de octubre de 2013

Seamos Cristianos Reformados...


Nace la Iglesia de Cristo. Nacen dos o tres herejías. Los Cristianos son perseguidos. Se oficializa la religión. Se institucionaliza la iglesia. Se pervierte la iglesia visible. Nace la Reforma protestante. Renace la iglesia. Nacen muchas herejías. Los Cristianos son ofendidos públicamente.....

No se cuantos de ustedes pueden ver el ciclo. Al parecer, la iglesia (visible) parece estar en un constante proceso evolutivo. Sin embargo, este proceso tiene una constante negativa. A medida que la iglesia evoluciona, esta se ve ir perdiendo los fundamentos sobre los cuales fue construida. 


Vamonos al principio, cuando el llamado de los discípulos era el de predicar el evangelio; Cuando el fruto del verdadero creyente era el amor; Cuando la defensa de la fe costaba la vida y la de tus familiares; Cuando ser quemado en la hoguera era una responsabilidad espiritual antes que sufrir el negar a Cristo. Vamonos al principio, donde la fe era simple, sin mácula, activa, presente, física. 

Ahora abramos los ojos y veamos que es lo que tenemos a nuestro alrededor. Nuestro llamado se ha convertido en uno subjetivo y "predicar el evangelio" es una ofensa a la creencia de los demás; El fruto de un creyente se define si este falta o no a las reuniones, si ya se pone faldas largas o si su t-shirt dice "Yo Tube orando por ti"; defender tu fe es probar que tu denominación es la mas pura; Negamos a Cristo delante de un semáforo, o en la declaración de impuestos, y lo hacemos sin remordimiento; Sufrir significa cantar con todo el corazón en la congregación aunque estés cansado y tengas cosas que hacer.

La religión se ha hecho oficial. La iglesia parece mas una institución que una comunidad. el siguiente paso ya comienza a aparecer...

Hace poco escuchaba un sermón del pastor de una mega iglesia estadounidense. Decidí escucharlo porque ya había oído muchos malos comentarios en su contra. Así que fui a su pagina y escuche uno de sus sermones, tal cual otro feligrés de su iglesia. Lo que escuche daba pena, mucha pena. Si se le puede llamar evangelio, este era aguado, diluido, malo, desviante. La forma en la que se compara la victoria de cristo en la cruz con la victoria que -según el- debemos tener todos los creyentes (y no me arrepiento de usar esta palabra) eranauseabunda. 

Lo peor de todo es que esos mismos "predicadores" son los mas famosos en países en donde el evangelio centrado en la cruz es mas necesario. En países como el nuestro (es decir, carentes de una identidad cultural) que nos encanta imitar, lamentablemente no parecemos estar interesados en imitar lo bueno. Y ya no es sorpresa como, la vasta cantidad de "predicadores", gurúes espirituales, falsos maestros de estos pseudo- evangelios, ya hace su entrada triunfal a República Dominicana. 

Mi plegaria es esta:
Mantengámonos reformados.
Volvamos a la cruz.
Volvamos a la iglesia primitiva.
Volvamos a Cristo.
Huyamos de las experiencias,
            de las palabras de poder
                        y de las accesorios de la fe cristiana.
Volvamos al producto neto.
Volvamos a la reforma.

Por causa de la siguiente generación: Si nosotros no le ponemos suma atención a lo que predicamos hoy como evangelio, lo que hoy es un evangelio diluido será mañana un agua sin evangelio. Nuestros hijos y nietos tendrán todo menos el evangelio y por ende no verán la vida eterna. 


Por causa de los nuevos creyentes y los incrédulos: Reducir el evangelio a un conjunto de experiencias solo complica el crecimiento espiritual de los nuevos creyentes y confunde a aquellos que de verdad les encantaría conocer de Cristo. Cada servicio en nuestras iglesias debe ser racional y con orden. Basado en el entendimiento, de manera que nuestra vida y lo que somos en la iglesia sean lo mismo, o al menos similar. 

Por causa de los no alcanzados: lo que funciona para mi no funciona para el otro.  Si la iglesia visible adapta el evangelio a la cultura, como llevaremos (este) el evangelio a los no alcanzados? ¿lo cambiaremos otra vez para que se adapte a ellos?


Por la causa de Cristo: recordemos que el evangelio es para la gloria de Dios por medio de Jesucristo. Hacer que el evangelio se trate acerca de la gloria del hombre no es diluir el evangelio, es reducirlo a algo de modo tal que el evangelio ya no es evangelio. Un evangelio centrado en cristo nos da la libertad de adaptar la iglesia a la cultura sin comprometer la verdad. 
 

En fin, por varias causas, mantengámonos reformados. 

¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún.
Filipenses 1:18