Cuando la conocí, era la mujer perfecta. Mujer de Dios, hermosa, voluptuosa, sencilla. Mi pasión por esta mujer me llevaba a la locura.
Luego nos casamos y el Matrimonio no la dañó a ella, ni a mi. Este matrimonio simplemente sacó a flote las cosas que en nuestro noviazgo nunca vimos (ni podíamos ver).
Descubrí que cuando se asusta, grita. Un grito insoportable. Que cuando quiere que se haga algo, es de inmediato. Que cuando cocina, no me quiere cerca, y que hay días en los que simplemente no me quiere cerca, que hay días en los que pelea demasiado, y días en los que solo quiere llorar. Que cuando tiene problemas, ella solo quiere que la escuche, no que los resuelva (que no entiendo aun esto).
Ella descubrió que soy molestoso, que no tomo nada en serio, que me enojo por cosas que ella no puede controlar, y que hay momentos en los que simplemente molesto demasiado, que ensucio mucha ropa, y que no me gusta ayudar a lavar, que paso mucho tiempo leyendo, o en la computadora.
Eso en apenas 2 años.
Esa es la mujer que amé, que amo y que seguiré amando con todas mis fuerzas. Que he unido mi corazón a ella por toda una eternidad. Y en gozo y amor viviré a su lado por siempre. Nos ayudamos mutuamente en nuestro caminar con Dios y somos el apoyo el uno del otro. no hay mayor honor para mi que ser el sacerdote de mi hogar. Que el haber albergado bajo mi cuidado a una princesa del Señor, la cual El Padre en toda confianza la pone en mis manos.
Cristo se entregó por su iglesia a muerte y muerte de cruz. Irónicamente, fueron los mismos que pertenecerían a la iglesia quienes le asesinaron. Y Cristo murio por ellos, por esta iglesia. Con el fin de presentarse a el mismo esta iglesia una iglesia pura y santificada. (Efesios 6:21-33)
Tengo un compromiso de amarla, tal cual Cristo Amó a la iglesia,. Morir por ella. Morir a mis desesos, morir a mi yo, morir a quien soy, con el fin de entregarme a mi mismo una esposa santificada.
El Matrimonio nos ha encaminado en un proceso de santificación, en el cual somos depurados de nuestras impurezas. Gracias doy a Dios por haberme dado la esposa que me dio, no habría sido lo mismo con nadie mas. (lo siento Jessica Alba)
Es cierto, enamorado, tenia los ojos cegados a sus defectos. Pero enamorado pude ver que ella es la mujer que Dios había dispuesto para mi. Espero que ella piense igual.
Espero tenerte de vuelta pronto!!!
(Basado en "The meanning of Marriage" Tim Keller)